El lapsus de Ángela Merkel y el multiculturalismo alemán

El lapsus de Ángela Merkel y el multiculturalismo alemán

A mediados de mayo los medios de comunicación audiovisual ridiculizaban el paso titubeante del recién estrenado presidente de Francia, François Hollande, en su primera visita a la canciller alemana Angela Merkel, para-traducir en imagen quién marca el ritmo de Europa y quién todavía no sabe muy bien por dónde ir; quién es el número uno y quién es el número dos a la hora de gobernar la Unión Europea.

Desde la semana pasada los medios de comunicación se han cebado sobre la «supuesta» ignorancia supina en geografía de la canciller alemana cuando intentó situar Berlín en un mapa. Y digo bien «supuesta» porque, sinceramente, ¿quién se puede creer realmente que quien nació en Hamburgo en 1954 y es doctora en física por la Universidad de Leipzig desde 1986, no sepa situar en el mapa la capital de Alemania? No me vale esa excusa de que la «la cabra tira al monte y a Angela Merkel, que creció en la RDA y con el ruso como primera lengua extranjera en la escuela, se le va la mano a la hora de situar en el mapa la capital alemana» como ha llegado a publicar El Mundo. Vivir bajo los rigores del régimen comunista no siendo disidente sino militante de la Juventud Alemana (comunista) no implica ser «estúpida» sino más bien, quizás, todo lo contrario. Si fuera verdad que quien se supone es la máxima representante de la locomotora económica de la UE suspende en geolocalización al no saber colocar en el mapa ni tan siquiera la capital de su propio país, todos los ciudadanos de los países de la zona euro deberían empezar a echarse a temblar. Creo sinceramente que no hay nada mejor para «calmar» el estado de estrés permanente en el que vivimos con la crisis en Europa que distraer la atención «humanizando» (ERRARE HUMANUM EST) a quien no cesa de pedir rigor en los recortes. De hecho, los alemanes han estado muy de guasa con el «supuesto» error de quien les gobierna.

He aquí la transcripción de lo que se le escucha decir en alemán a Angela Merkel y lo que responde la profesora: … oder? Das ist Berlin? Was ist es dann hier? ―Russland («¿…así que… esto es Berlín? ¿Y entonces esto qué es? ―Rusia»). Este vídeo de la televisión alemana que acaba con el Na ja («Ah, vale») de la canciller para quitarle hierro a su supuesto «lapsus» es, precisamente, el que se ha utilizado en España para difundir la noticia, utilizando un extracto subtitulado en inglés cuyo plano general no deja ver los detalles de la paratextualidad icónica de lo que se oye en el vídeo. Ha habido traducción (subtitulado) sí, pero no ha habido ninguna paratraducción del peritexto icónico (el mapa). Y así pasa lo que pasa. Cuando el periodismo no selecciona bien sus fuentes y, sobre todo, cuando además de no revisar y corregir lo que se publica, no se cuenta nunca con profesionales de la traducción y la interpretación, se puede llegar a leer que la canciller alemana cometió su ya famoso e histórico lapsus (intencionado o no… chi lo sa?) en geolocalización «durante la visita a un encuentro de estudiantes sobre migración», tal y como ha publicado ABC. ¿«Estudiantes sobre migración»? ¡El árbol no deja ver el bosque!.

La cadena francesa LCI ha difundido otro plano de la grabación del «falso» error de Angela Merkel. Contemplen la secuencia pinchando en la imagen:


En el vídeo, subitulando la frase en alemán Friedensburg Uberschule que preside la pizarra del mapa se puede leer: SESB Deutsch Spanisch. SESB es la sigla alemana de Staatlichen Europa-Schule Berlin («Escuela Europea Estatal de Berlín» [EEEB]). Una propuesta educativa del Estado Federal de Berlín basada en el modelo de enseñanza bilingüe y bicultural que coexiste con el modelo de la escuela primaria berlinesa y consiste en el aprendizaje de una segunda lengua europea desde el inicio de la escolarización. Así define, textualmente y en español, la Escuela Primaria Joan Miró el objetivo primordial de las escuelas que pertenecen a la red EEEB/SESB:

«La función de estas escuelas es promover el contacto entre los pueblos de Europa, así como conseguir un mayor acercamiento a las diversas culturas que cada una de estas lenguas representa, y no sólo en el ámbito europeo, como es el caso del español o castellano con toda su variedad de pueblos de habla hispana. Este tipo de enseñanza bilingüe no sólo facilita y favorece las relaciones económicas y sociales entre los pueblos sino que, lo que es más importante, fomenta la tolerancia.»

No está nada mal como declaración explícita de buenas intenciones: facilitar «las relaciones económicas», favorecer «las relaciones sociales» y fomentar «la tolerancia» entre los pueblos. ¿Se puede ser más políticamente correcto? Está claro que Angela Merkel no se había encontrado con unos simples «estudiantes sobre migración» como ha dicho ABC, sino con nada más y nada menos que los estudiantes de una EEEB/SESB berlinesa, algo creciditos eso sí. Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. El peritexto icónico de la imagen del mapa del vídeo difundido por LCI nos es de gran ayuda para-traducir la ideología que impregna la política de traducción del Otro llevada a cabo desde la perspectiva del multiculturalismo en Alemania.

Unos pequeños detalles del mapa revelan la perspectiva «multicultural» adoptada en estas escuelas berlinesas. Fíjense en las tartas estadísticas de la derecha. Los tres círculos aparentemente inofensivos paratraducen la obsesión por identificar los orígenes de sus estudiantes marcando en el mapa que vemos en pantalla su lugar de nacimiento (Schüler) sin olvidar indicar el territorio de procedencia de sus madres (Mütter) y sus padres (Väter).¿Se han fijado en que la chaqueta de Angela Merkel es del mismo color (morado) que la franja de los círculos que indica un muy determinado origen de los nacimientos? Otra pregunta, todavía más inquietante: ¿no les recuerda nada esta taxonomía geopolítica de las personas?

Por mucho que la segunda lengua, aquella que se adquiere en segundo lugar, la famosa lengua B de los planes de estudio de licenciatura y grado en Traducción e Interpretación, sea designada en esta institución alemana bajo el término de Partnersprache (literalmente algo así como «pareja lingüística»), el peligro del multiculturalismo imperante en Alemania está presente en todo el peritexto icónico. En el mapa se asimila identidad con territorio, una y otra vez: cualquier tema, cualquier sujeto se circunscribe a un territorio. La constante territorialización de la identidad supone encerrar al Otro en su pertenencia monocultural hasta el punto de que, consciente o inconscientemente, en el puzzle mental de los niños bilingües y biculturales a los que se pretende formar desde primaria en estas escuelas berlinesas, se identifica cada nación con una sola y única identidad, la simbolizada por la bandera que se les pinta en la cara a cada niño y a cada niña en la publicidad de la propia EEEB/SESB. Quien traduce e interpreta todos los días sabe perfectamente que las identidades culturales nunca son conjuntos estables, fijos y homogéneos que se puedan etiquetar con la simple denominación de la «lengua nacional» de cada país. La obsesión multicultural alemana por los orígenes de cada estudiante fruto de la migración conduce inexorablemente a una política «fascistoide» de geolocalización de cada quisqui, estudie o trabaje en territorio alemán… por mucho que Angela Merkel haya fingido ante las cámaras haber tenido el lapsus de no saber situar, en un mapa «sin fronteras», la capital del territorio que gobierna. Por si todavía hay alguien que todavía no se crea que el supuesto lapsus ha sido un puro montaje, comprueben en este vídeo (que recoge la secuencia completa y sin cortes) cómo Angela Merkel sí termina situando perfectamente en el mapa su ciudad natal: Hamburgo. Desde la perspectiva del multiculturalismo alemán, obsesionado por los orígenes, quien gobierna Alemania (por no decir Europa) debe demostrar ante las cámaras que sabe situar a la perfección dónde están sus «raíces», sobre todo en tiempos de crisis.

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